¿Por qué mi hijo no mejora?
Somos muchos los padres y madres que llevamos años intentando que nuestro hijo o hija mejore, pero no hay manera de conseguirlo.
¿Por qué?
No lo conseguimos porque, de la misma forma que ahora no podemos cambiar esas cosas que no nos gustan de nuestra pareja, ni pudimos cambiar en su momento a nuestros padres, no podemos cambiar directamente a nuestros hijos.
¿Y por qué no podemos?
En el caso concreto de nuestros hijos e hijas, no podemos cambiarlos porque la actitud que queremos cambiar es fruto de una historia de vida, de una serie de patrones de conducta y de interacciones familiares que se han ido forjando a lo largo de su vida y de la que, directamente, nosotros formamos parte. Estos patrones de conducta adquiridos serán los que luego condicionarán las buenas y las malas actitudes que los niños y niñas adoptarán en sus ámbitos de vida: el colegio, los amigos, la pareja…
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